Cuéntanos un poco sobre ti…
Crecí en el oeste de Cork, en Irlanda, y mi familia siempre disfrutaba del mar, ya fuera nadando, en kayak o a bordo del precioso velero de 10 metros de eslora de mis padres. Es un Nicholson 32 y navega de maravilla.
Mis padres son unos auténticos aventureros a los que les encanta navegar, así que nunca dejamos que un poco de mal tiempo nos impidiera salir a navegar, por mucho que a mí yo adolescente, le hubiera gustado.
¿Por qué decidiste trabajar en el sector náutico?
Después de diez años estudiando y trabajando en el mundo de las artes en Irlanda, estaba lista para un cambio.
Tenía muchas ganas de dar un giro a mi vida, pero no era un cambio que tormase a la ligera. Mi padre había cambiado de profesión para convertirse en patrón y mi hermano se ganaba la vida navegando en yates. Conocía de cerca la industria náutica, pero nunca había pensado que hubiera sitio para mí en ella. Supongo que cuando llegué a la treintena tuve me armé de valor y confianza y decidí labrarme un futuro en el sector.
La industria náutica siempre ha estado dominada por los hombres, ¿fue esto un impedimento para usted?
Sí y no. He tenido la suerte de trabajar con hombres maravillosos que apoyaron mi papel en cubierta y respaldaron plenamente mi progresión. Eso no quiere decir que no haya sufrido el machismo, o que haya perdido trabajos por mi género, o que simplemente tenga menos puestos a los que optar.
A veces los contratistas me hablan con desprecio antes de que se den cuenta de que estoy al mando, aunque a veces eso tampoco les impide hacerlo. Pero cada vez es menos frecuente. Aunque esta situación puede enfurecer a cualquiera, yo prefiero disfrutar del momento en que les dejo las cosas claras.
¿Cree que la presencia femenina ha aumentado en los últimos años?
Anecdóticamente, diría que sí. No conozco los datos ni las cifras, pero tengo la sensación de ver cada vez más mujeres en cubierta.
¿Qué consejo daría a las mujeres que quieren trabajar en el sector náutico?
No soy una persona que busque llamar la atención, así que hacer una entrevista como ésta es muy poco habitual. Sin embargo, creo en el dicho «hay que verlo para creerlo». Me enorgullece que las mujeres sepan que hay otras mujeres triunfando en cubierta en el sector náutico.
Mi consejo para otras mujeres es que vayan a por todas. No tengáis miedo de admitir lo que no sabéis y tratad de empaparos de información de quienes os rodean.
Defiéndete a ti misma y a otras mujeres, y ya que estás, ¿por qué no a otras sexualidades y razas? Una industria náutica más igualitaria y acogedora es sencillamente una industria mejor.
Por último, no pienses que tienes que parecer una modelo en bikini. Con trabajo duro, desarrollo de habilidades y sentido de la diversión se puede hacer una gran carrera.